BODA EN LA MANGA DEL MAR MENOR

El pasado mes de septiembre, tuvo lugar la boda de Luis y Marta en el Parador de La Manga del  Mar Menor en Murcia.

El enclave, a la orilla  del mar y con la temperatura que hacía en estas fechas, era perfecto para hacer una boda tropical. Por ese motivo,  optamos por utilizar en la decoración de la zona de ceremonia elementos decorativos como telas, cestas y alfombras. Todo ello acompañado de hojas verdes  de diferentes tamaños y plantas. En esta boda decidimos no poner flores,  pues las hojas y  los elementos utilizados le daban a la ceremonia una nota de sobriedad y elegancia que nos pareció muy adecuada. El evento tuvo lugar cuando la tarde estaba cayendo y por ese motivo decidimos colocar diferentes velones y bujías de cristal que dieron magia al evento. La nota que causo sensación a los asistentes fue la colocación a lo largo de la orilla de la playa de bolsas transparentes ignífugas con velones en su interior que al oscurecer creaban una atmósfera de ensueño.

En esta imagen del acceso al cenador, se pueden ver los detalles de la decoración como los cojines, las alfombras y los faroles. A la izquierda del cenador colocamos una mesita con pay-pays para que los asistentes pudieran utilizarlos.

El ramo de la  novia era de orquídeas Tailandesas y rosas de jardín color rosa muy clarito, combinando perfectamente con el vestido de la novia. Los prendidos del novio y del padrino estaban  acordes con el ramo, igual que los ramitos que llevaban las damitas.

En la zona cóctel se optó por colocar peceras con agua en color azul claro, emulando el agua del mar, con cuerdas marineras y pompones de hortensias color azul. Aquí os mostramos el resultado: sencillo y evocador.

El sitting planner fue con plantas tropicales, cilindros con velones y esferas de cristal colocados en estructuras de hierro oxidado.

Para delicia de los invitados hicimos un candy -bar marinero, donde tanto las galletas que se elaboraron como los demás elementos utilizados presentaban motivos marineros. Las galletas con formas de peces, cangrejos y otros elementos daban al candy-bar un aspecto muy apropiado a su entorno.